Cada vecindario debería tener un comedor vecinal, un lugar donde los vecinos puedan acceder a las comidas diarias.
Santiago, por ejemplo, es una ciudad con alta densidad poblacional, se pueden crear muchos comedores vecinales. La idea principal es que los vecinos no estén cocinando todos los días, y puedan comer o retirar sus comidas en estos lugares. Para quienes estén a cargo de estos comedores les puede resultar algo así como tener un restaurant, aunque con algunas diferencias. Los precios son asequibles, y que incluyan una parte para que se vaya a los ahorros personales de los clientes. Hay por supuesto unos cuantos puntos que planificar, por ejemplo:
¿Es la municipalidad respectiva quien debe proveer el lugar para funcionar? Al no pagar arriendo, quien se haga cargo puede concentrarse en proveer de alimentación buena y sana a los vecinos. Todos los detalles se verán en cada caso.
¿Se usan platos y servicios desechables? En mi opinión, no, por el tema ambiental.
¿Se contratan estudiantes de cocina?
¿Se aceptan voluntarios del Servicio Civil?
Cocinar en casa implica usar ollas, una fuente calórica (cocina), tener los ingredientes, etc., y después, lavar los platos entre otras cosas. Y eso se hace todos los días y muchas veces más de una vez al día. Es ineficiente, y más aún si podemos tener comedores vecinales que hagan lo mismo en mayor escala y en cuyo proceso participen personas que están aprendiendo a cocinar, por citar un caso. Se pueden bajar costos en el comedor si se obtienen insumos a bajos precios, ya que muchas veces se bota comida en buen estado, y eso por supuesto no está bien. No es difícil lograr que no se derrochen alimentos. También se puede tender a mejorar la alimentación de los vecinos al proveer alimentos saludables.