Aquella persona que delinque en un sector y no llega a la cárcel, al menos debe prohibírsele circular, transitar, por el sector donde cometió el delito.
Y a medida que amplía su campo de acción, se le amplía la restricción de su libertad de movimiento. Si a esa persona se le sorprende circulando por zonas de las que ha sido excluido, queda entonces expuesto a que la policía ejecute un procedimiento cuyo objetivo será verificar que no es evidente que pretende delinquir nuevamente en ese sector. Y si se le sorprende más de una vez, entonces ya cortemos el leseo, se está burlando de nosotros.
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