Si queremos un país mejor, nos tenemos que preocupar mucho por nuestros niños y niñas.
Esto implica mucho trabajo, pero es una buena manera -si no la mejor- para que tengamos un buen país en el futuro próximo, y por largo tiempo si seguimos trabajando duro. Aquí los especialistas tendrán la última palabra, pero tiremos ciertas ideas al aire.
El mundo ha cambiado mucho en estos últimos años, sobre todo en el aspecto tecnológico. Antes uno debía ir a una biblioteca en busca de información, hoy la tenemos literalmente en el bolsillo. Eso significa que los estudiantes ya no tendrán que aprender de memoria muchas cosas, la información está allí, disponible, hay que saber buscarla. Eso implicaría que debería quedar mucho tiempo libre en las escuelas, entonces organicemos actividades para esos estudiantes. Estas actividades dependerán de la edad e intereses de ellos y ellas. Por ejemplo, llevarlos al campo y que se queden unos días viendo cómo es la cosa, habrá que construir lugares para albergarlos, pero eso es cosa de dinero principalmente. Aprovechar tanto cerro que tenemos de norte a sur, salir a caminar, recorrer distintos cerros, y para los más pequeños, por ejemplo, construir un trencito que recorra cerros y/o valles, o usar los trenes ya existentes. Llevarlos a los estadios a ver partidos cuando haya asientos disponibles, llevarlos a cines, teatros, industrias, oficinas fiscales, en fin, sacarlos de esas salas cuando se pueda. Mandarlos al extranjero por cierto tiempo. La imaginación, junto a la experiencia adquirida con el tiempo, nos mostrará los límites. Se necesita mucho dinero, pues se encontrará, los niños y niñas deben ser una prioridad.
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