Cada impreso que circule en Chile, excepto casos específicos como tarjetas de visita, debe llevar un pie de imprenta.
Asimismo, y dado a que hoy ya los medios digitales han invadido el espacio, aquellos también deben someterse a la identificación del origen. No será fácil cuando uno puede publicar lo que quiera en internet, ya sea escrito, hablado, cantado, en video, etc., pero hay que parar la difusión de mentiras, verdades a medias, ataques personales, etc., todo aquello que atente contra una verdadera libertad de expresión. Esta misma idea puede servir para generar leyes que aclaren y garanticen el ejercicio libre de la libertad de expresión.
Hay algo más, y creo que es importante que se regularice. Circulan muchos videos en los que aparentemente se prueba algún punto de vista, y muy probablemente los creadores del video o documento seleccionaron aquellos pasajes en los que se afirma la posición que ellos quieren presentar. Pues que todos aquellos que saquen a la luz pública cualquier publicación, y en cualquier formato, pongan a disposición de quienes lo soliciten la totalidad de lo grabado, ya sea en un disco o lo que sea apropiado o más conveniente. No será algo que los creadores deban hacer de forma gratuita, pero tampoco pedir cantidades más bien prohibitivas. Y quien compre esa información puede hacer otro documento, basado en lo que ha comprado, para rebatir o demostrar otro punto de vista si lo considera necesario, siempre en base a lo obtenido. Por cierto, el creador original puede vender información incompleta, o tergiversada, para lo cual se debe arriesgar a severas penas, ya que el derecho a la libre expresión debe ser fundamental.
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